Recuerdo que hace muchos años existió en el pueblo de maparari un becerro (o novilla, nunca lo supe) que obstentaba el bonito nombre de lucero, que por lo demás era un bovino común y corriente y jamas lo hubiese recordado de no haber sido por su inusual dieta que consistía entre otras exquisiteses de las partidas de nacimiento, actas de defunción y demas documentos depositados para su resguardo en la prefectura del pueblo, así también, la voracidad del animal no solo se saciaba con los escritos legales sino que para su deleite arrasaba con cuanto cuardaje de pantaletas hallaba a su paso. razón por la cual mi pueblo fue de cierta forma vanguardista en cuando a la moda de no usar prendas intimas y por otro lado, maparari se llenò de "viejos jóvenes" porque mas de uno aprovecho la desaparición de su acta de nacimiento para elaborar otra donde apareciera con menos edad.
Este simpático cuadrúpedo termino mal sus días ya su original dueño don Marcial Torres en atención a las quejas generales de la poblacion lo dio en venta a un hacendado local y este al no saber de las preferencias culinarias de lucero lo llevo a pastar con el resto de su rebaño y al no conseguir sus preciadas pantaletas en el campo se dejo morir de hambre.
Amigos algo de cierto hay en esa historia , pero tiene mucha imaginación quien la escribió , ya que dicho becerro no entraba a la prefectura jajajaja no habia puerta conde pasara , jajaja de lo gordo que estaba,se comía todo lo encontraba a su paso.